Una buena manera de empezar es a través de la ropa. Quitarse los pantalones y calcetines son mas fáciles que las camisetas, pero también son capaces de quitarse los zapatos si tienen belcro.
En la escuela tenemos mas oportunidades con los zapatos, que con otras prendas de vestir, es por ello que podemos trabajar algunos trucos para que aprendan a ponérselos.
En las aulas de 0 a 3 años recomiendan que los zapatos tengan belcro, pues las cremalleras y los cordones son para mas adelante, dado que requieren otro tipo de destreza motriz.
Podemos enseñarles con distintas propuestas, por ejemplo: poniendo una pegatina en cada pie, que sea de distinto color, asociando uno con la derecha y otro con la izquierda, también podemos poner una pegatina en la parte de dentro justo en la parte que quedaría interna de cada zapato. (Veamos una imagen), o simplemente explicarles en que dirección deben mirar los belcros: siempre hacia fuera.
Ponerles una imagen en el aula para consultar en caso de duda. Les servirá de ejemplo.
¿Cuando trabajarlo?
Se puede hacer fundamentalmente cuando realizamos actividades de psicomotricidad, pero también en otras propuestas. A la vez les fomentamos que sean ordenados a la hora de dejarlos y que cooperen y sean empaticos cuando se ayudan entre ellos.
¿A qué edad introducimos los cordones?
Esto dependerá de cada niño, se suele decir que están preparados sobre los 4 o 5 años. Lo importante es ofrecerles la oportunidad y tener paciencia si no les sale.
¿Cómo enseñar a poner los cordones?
Existen muchas maneras de hacerlo. Por ejemplo: ofreciendo plantillas, puzzles o libros que tienen cordones para que prueben.
También podemos utilizar rimas o canciones. Os dejo algún ejemplo:
Otra prenda que podemos trabajar en el aula: la chaqueta
Salir y entrar del patio y la llegada o salida del colegio, pueden ser buenos momentos para practicar con la chaqueta.
Yo trabajo en una escuela de 0 a 3 años y con los alumnos de 2 a 3 años utilizamos un método que funciona bastante bien. Cada uno debe ir a buscar su chaqueta al colgador e intentar ponérsela, sin embargo, como aún les cuesta, les facilitamos la tarea colocando la capucha en la cabeza. De esta manera, solo tienen que introducir los brazos y luego, les ayudamos a juntar las dos partes de la cremallera, introduciendo el cursor, para que ellos solo tengan que deslizarlo.
Al volver del patio, ellos mismos se quitan la cremallera y se ayudan entre ellos cuando no consiguen quitar los brazos. Después, la devuelven de nuevo al colgador.
Otra opción es la que os dejo a continuación, a través de un vídeo, sin embargo, yo no soy muy partidaria pues considero que no solo importa el resultado, sino también el proceso.
Ahora, a practicar.
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